La historia de Siegfried Meir parece sacada de un cuento.
Judío alemán, entró en el primer campo de concentración cuando tenía nueve años. Allí sus padres murieron mientras que él fue enviado a otro campo, Mauthausen, el campo de los republicanos españoles. Allí un joven de 30 años, Saturnino Navazo decidió adoptarlo para poder protegerlo y darle una nueva educación.
El niño sabiendo el esfuerzo que realizaba su padre adoptivo decidió dedicar su vida a demostrarle que había valido la pena salvarle. Y así triunfó en el mundo de la música como cantante y luego como empresario en Ibiza, hasta que murió su padrastro. Con su muerte desapareció todo el sentido de la vida para el.
Siegfried fue entonces rescatado por su amigo Georges Moustaki, que le ayudó a enfrentarse a su pasado para seguir viviendo.